Si supieras cuánto me asustó la música cuando empezó...
Superada esa horrible sensación, vuelvo a lo que me compete. El poema, sí. Lo que podría permanecer como lo no-dicho, pero que acá va, casi como si no quisiera, pero sabiendo que te lo voy a decir, que quiero, que me gusta, que por un instante me llena, aunque no sepa hablar del porqué. Eso nomás (que sería un bien-lo-hiciste-de-nuevo).
¿Se entendió? ¿Se entendió que me gustan las palabras que se escriben solas?
3 comentarios:
cómo es que tan a menudo nacemos de cosas que no se dicen.
hay que ser nabos.
truchísimo, pero casi una essentia.
que lo tiró, Mendieta.
Si supieras cuánto me asustó la música cuando empezó...
Superada esa horrible sensación, vuelvo a lo que me compete. El poema, sí. Lo que podría permanecer como lo no-dicho, pero que acá va, casi como si no quisiera, pero sabiendo que te lo voy a decir, que quiero, que me gusta, que por un instante me llena, aunque no sepa hablar del porqué. Eso nomás (que sería un bien-lo-hiciste-de-nuevo).
¿Se entendió? ¿Se entendió que me gustan las palabras que se escriben solas?
si, a veces a mi también me asusta, debería sacarle al auto play y san seacabó.
Publicar un comentario